Grandes villanos de ayer y hoy presenta: La SGAE

De todos los villanos que he conocido, ninguno es tan vil y rastrero como la Sociedad General de Autores y Editores. Son tan viles que hasta a mí me resultan repulsivos. Son el anti-Robin Hood: Le roban el dinero a los pobres para dárselo a los ricos (ellos mismos), y además lo hacen de maneras absurdamente justificadas, como con pitorreo.

Entre sus grandes actos de maldad destaca aquella vez que obligaron a pagar un 10% de los ingresos a los organizadores de un concierto benéfico, que pretendían recaudar dinero para pagar una operación en el extranjero a su hijo en estado terminal.

Ni a mí en mis más malvados sueños se me hubiese ocurrido tal ejemplo de maldad.



Pero, pese a su maldad, no son tan intocables como se creen. Recientemente encajaron una dura derrota en Barcelona y, como le pasa a todo tirano, llegará un momento en el que se habrán granjeado tantos enemigos que no podrán hacerle frente a todos.

Lástima, pues fueron unos grandes villanos mientras su codicia se lo permitió.