lunes, 11 de mayo de 2009

Aventurillas en Théah 4

Una vez más, mis insignificantes esbirros, os doy la bienvenida a esta sección en el que seguramente sea su último capítulo, ya que con esta aventurilla terminamos la campaña (chim-pon).

Las "miniaturas" que empleamos para representar la batalla naval.

He aquí una muestra de la suerte imperante en las tiradas de vuestro Oscuro Señor durante la partida.

El máster interpretando al general Gabriel el Grande, villanísimo de la campaña.


Una interesante herramienta de interpretación: gotitas, venitas y puntos suspensivos para hacer interpretaciones "más manga".

Huyendo de media Castilla tras los incidentes de la aventurilla anterior nos subimos al barco de la temible pirata Roberts y, aprovechando el parecido entre ésta y nuestra compañera vodaccia, convencimos a los piratas de que zarpasen.
Cual fue nuestra sorpresa cuando nos vimos perseguidos por 3, tres, ¡III! barcos de la armada castellana.
Cachapum, pataplam, boooom, cachos de barco por todas partes. En concreto, de nuestro barco, ya que la puntería de los piratas dejaba mucho que desear.
Apenas había comenzado la batalla y el cuadro era el siguiente: nuestro barco casi hundido, el Montaignese en los cañones tratando de averiguar por qué agujero sale la bala de uno de esos artefactos, la vodaccia y el eiseno en el agua y el cura loco... haciendo una locura:
"¡atadme a una de esas balas de cañón, que les voy a abordar!".
¡BUM!
fiuuuuuuuuuuu.... clonk(= sonido de entrepierna al incrustarse en cañón de barco enemigo).
Bueno, suerte que al final uno de los barcos perseguidores resultó ser aliado y conseguimos salir de ahí.
Sin embargo, los villanos tenían ahora todo lo necesario para realizar el ritual de invocación así que tocó ir a su encuentro.
Tras la clásica maniobra "entrega de prisioneros falsos" empezamos a repartir yoyas por la cubierta del barco en el que realizaban el ritual mientras el general Gabriel el grande, Boss final de la campaña, intentaba matar a la princesa eisena, pues lo único que faltaba para completar el ritual era derramar sangre de noble sin desvirgar.
Mucho nos esforzamos e incluso perdimos a algunos aliados (Jean-Clauuuuuuudeeeeee)

pero, oh, maldita su estampa, el general consiguió herir a la joven y de repente... pues no mucho. La joven noble desvirgada no era tal, y puesto que era joven, y era noble, lo que no era...
En fin, que salimos victoriosos de esta campaña y colorín colorado este cuento se ha acabado.

martes, 5 de mayo de 2009

Grandes villanos de ayer y hoy presenta: Los Dalek

Saludos, pequeños y patéticos intentos de seres inteligentes. Hacía tiempo que no os ofrecía la oportunidad de saborear uno de mis portentosos análisis de mis colegas de profesión. Y esta vez os traigo a unos de los más grandes entre los grandes.

Pero mi Señor Supremo Morcar, esos seres llevan...

Sip, lo sé, llevan desatascadores, lo he notado.

Además, tienen forma como de...

Efectivamente, eres muy observador mi inútil secuaz, tienen forma de salero. Pero nada de eso les ha impedido convertirse en el peor enemigo de uno de los grandes héroes que circulan por ahí, el Doctor.

¿Y cómo es eso?, os preguntaréis... ... ...
¡EJEM!

...¿y-y cómo es eso?

Mucho mejor.

Pues veréis, se trata de una raza entera cuya muletilla es su objetivo único y principal en su vida: ¡Exterminar! (atención, siempre entre admiraciones). Para ponérselo fácil a unas mentes limitadas como las vuestras, imaginad a billones de seres que están de acuerdo en una cosa, por ejemplo, tocarse la punta de la nariz con el pie. Es de suponer que se convertirán en los mejores del universo en tocarse la punta de la nariz con el pie. Pues los Dalek hacen eso, pero con el concepto de ¡Exterminar!

Además, dominan el viaje en el tiempo desde... bueno, desde siempre (en el sentido más eterno de la palabra), así que han sido los mejores en lo que hacen desde siempre.

Ahora que lo pienso, si siempre han querido ¡Exterminar! todo y son los mejores en lo que hacen ¿por qué seguimos existiendo?

sábado, 2 de mayo de 2009

Aventurillas en Théah 3

Bienvenidos, mis insignificantes secuaces, a una nueva entrega de esta sección, en la que se celebraba por todo lo alto el aniversario del nacimiento de Laura y vuestro Maestro del Dolor y el Sufrimiento.

Laura, con su obsequio, un queco de Sanji de chiquitín.

Nuestro máster, maestro del camuflaje: "Ahora me veis..."

Las camisetas de los tres últimos Encuentros Rúnicos se reunieron en la partida.

Nuestro nuevo amuleto de la suerte, "¿a quién vas a llamar?"

El máster y Arien adoran a la mantita eléctrica +5.


En la partida de esta semana teníamos que acudir al baile del rey de Castilla (interpretado por el "afectado" Leonardo DiCaprio).


En el susodicho encuentro ocioso debíamos conseguir un colgante de su majestad. Parece complicado ¿verdad? Ja, ni la mitad de lo que íbamos a complicarlo nosotros ñiajajaja.
Y es que en lugar de hacer el típico choque fortuito "pum-perdone-hastaluego" durante el baile, nuestra querida espadachina vodaccia decidió usar su par de encantos para llevarse al rey a un aparte.
No contábamos con el jugetón apetito sexual de su majestad y su maestría con el "sable", que nos proporcionaron una de las escenas más surrealistas y (para sufrimiento de Laura) más inolvidables de la campaña, con LDC corriendo en plan jijiji tras las enaguas de nuestra conpañera.

Al final consiguió el maldito collar y saltó por la ventana confiando en que el servicio de palacio no hubiese olvidado llenar los fosos de agua.

Mientras tanto, en el exterior, se mascaba la tragedia, cuando la temible pirata Roberts irrumpía en el lugar, tras haber capturado a mi personaje y a nuestro compeñero eiseno, buscando a nuestra compañera debido a los múltiples malentendidos que su parecido físico había provocado a lo largo de nuestras aventuras y que, según ella, afectaban a su reputación.

Clink, clank, y leches por todas partes, con piratas y héroes cayendo a los fosos por igual, fosos en los cuales nadaba nuestra femme fatale cual feliz ornitorrinco arrastrado al fondo por el peso de sus espadas.

Es ahí cuando mi personaje decidió que llevaba mucho tiempo sin bañarse y procedió a rescatar a sus compañeros a medida que éstos caían.